Iglesia de estilo románico rural, edificada en el siglo XII. Construida en tapial de cal y canto, sistema frecuente en edificios religiosos sorianos pero muy poco habitual en las edificaciones románicas de otros lugares, exceptuando las construcciones defensivas. Las esquinas y la portada son sillares de piedra arenisca y caliza.

La estructura sigue los patrones típicos del románico soriano: nave única, cabecera compuesta por prebisterio recto y ábside semicircular, espadaña a los pies y portada abierta al sur.

La portada es su elemento más destacable. Se sitúa ligeramente adelantada al muro sur. Costa de vano y tres arquivoltas de perfil liso que apean en tres pares de columnillas por medio de ábaco corrido. Por fuera, guardapolvo sin decoración. La arquivolta central luce en su borde una discreta moldura adornada con motivos vegetales continuos con botones florales.

Los capiteles son de buena labra. Muestran motivos de regusto silense con sus monstruos y personajes mucho menos elegantes y estilizados que los del origen. Alguno de ellos está deteriorado; pero se distinguen bien arpías, leones, monstruos, personajes.

En 2013 sufrió el expolio de los tres capiteles de lado oeste de la portada y el más oriental del lado este.

Abandonada, durante gran parte del pasado siglo XX, la intervención del proyecto cultural Soria románica, ha permitido recuperar y restaurar un conjunto de pinturas murales de época gótica que se encontraban ocultas hasta la fecha.

Destacan dos niveles de sillares fingidos en negro y rojo, y sobre todo, la representación de un calvario en el muro norte, que aunque inacabado, muestra una gran destreza del artista.